In memoriam Argiro Ochoa

Los pasos del libro Danzas Colombianas de Alberto Londoño




Reflexión No 28. Julio 2018

Investigación
Los pasos del libro 
Danzas Colombianas de Alberto Londoño

Alberto Londoño. Fotografía por Daniel Romero

Por: 
Juan Gaviria

Al preguntarle al maestro Alberto Londoño qué lo motivó a escribir su libro más reconocido, Danzas Colombianas, lo primero que se le vino a la mente fue: “Es una historia que nace prácticamente sin uno darse cuenta”. Hoy, 32 años después, reconstruimos los pasos de esta obra, una de las más consultadas de este tipo de literatura.

Londoño, como es sabido, fue alumno directo de Jacinto Jaramillo, quien más allá de la técnica de la danza, les enseñaba a sus bailarines procesos relacionados con la escritura de las coreografías, proceso del cual Alberto tomó bases para realizar unos ejercicios previos en la E.P.A y luego, como profesor de danzas en la empresa textil Everfit, organización donde se empezó a gestar el libro Danzas Colombianas, esto mientras transcurría la década de 1970.

En ese trabajo como profesor de danzas de la empresa textil a Londoño le pagaban por horas y aunque a esto se le sumaban otros ingresos que obtenía de diferentes clases que dictaba, realmente como dice él “no le generaban suficientes ingresos”, por lo cual les propuso a las directivas de Everfit que le permitieran trabajar unas horas adicionales a las de la clase para él sentarse a escribir las coreografías de sus montajes, propuesta que le fue aceptada. Fue así que Londoño empezó a escribir no solo las coreografías y reseñas de las danzas que montaba en el grupo, sino otras que no hacían parte del repertorio. Este fue el inicio de lo que muchos años después se convertiría en el libro Danzas Colombianas.


Portada primera y segunda edición
Al transcurrir los años, surgió otra motivación que llevó a la publicación del libro, Londoño era docente en la Universidad de Antioquia de la cátedra de danza en educación física (I y II) donde sentía la carencia de material de estudio para todos los trabajadores de la danza folclórica colombiana, por lo cual logró que los  directivos de Everfit lo autorizaran a compartir con los alumnos de la Universidad de Antioquia, los documentos que él escribía para la empresa, los cuales incluía las coreografías y las reseñas de los bailes.

A partir de lo anterior, aprovechando los recursos de la universidad y apelando a su capacidad de convencimiento, Londoño empezó a publicar parte de estos documentos como artículos en la revista Educación Física y Deporte del entonces Instituto Universitario de Educación Física y Deporte de la Universidad de Antioquia. Estos artículos circularon desde al año 1981 con el interés de divulgar la cultura a través de la danza. Encuentre a continuación los enlaces de estos artículos: 

El congo o los congos, Vol. 3, Núm. 3 (1981)
El rajaleña, Vol. 4, Núm. 2 (1982)
El joropo, Vol. 4, Núm. 3 (1982)
El garabato, Vol. 5, Núm. 1 (1983)

La cumbia, Vol. 5, Núm. 2 (1983)
Makerule o maquerule, Vol. 6, Núm. 1 (1984)
La mina, Vol. 6, Núm. 2-3 (1984)
El currulao, Vol. 7, Núm. 1-2 (1985)



Portada tercera y cuarta edición
Con estos artículos publicados más otros que ya tenía escritos, el maestro Alberto les propone a las directivas de la Universidad de Antioquia, en cabeza de las áreas de Educación Física y Bienestar que le publiquen un libro. Una vez más, gracias a su gran capacidad persuasiva logra su cometido: la Universidad de Antioquia en 1986 le publica su libro Danzas Colombianas.


En 1986 salió la primera edición que contenía reseñas, coreografías y algunas fotos; en ese mismo año publican una segunda edición. Ya para 1988 reimprimen la segunda edición, pero esta vez aumentada con partituras para la interpretación de la música que acompañaba algunos bailes. 


En 1989 fue publicada una tercera edición. De estas primeras ediciones no se tiene un registro del número de ejemplares. Hasta el año 1996 se vuelve a publicar otra edición, la número 4, de esta se hizo un tiraje de 1024 unidades. Dos años después, en 1998, se publica la quinta edición, en donde se le adicionan los dibujos de los trajes, en total de esta edición fueron 996 ejemplares. Por último, en el año 2006 se hace una reimpresión de la quinta edición con 484 unidades.


Finalmente, en este recuento, es importante señalar que el libro Danzas Colombianas se consigue prácticamente en cualquier biblioteca pública o privada del país, siendo una fuente de consulta de primera mano para aquellos que inician en el arte de la danza folclórica. También se puede decir que esta obra, más allá de las circunstancias aquí relatadas y de algunas críticas como las del artículo Una octava más alta del reconocido académico Egberto Bermúdez, es el fruto de la persistencia de una persona que siempre ha querido llevar a todas partes el mensaje que se resume en su frase más reconocida “La danza es un cuento que se cuenta con el cuerpo y se vive con el alma”.



Portada quinta edición



Referencias:

  • Entrevista a Alberto Londoño (2017)
  • Revista Educación Física y Deporte. Instituto Universitario de Educación Física y Deporte de la Universidad de Antioquia. Varios volúmenes.
  • Información a través de correo electrónico de la Editorial Universidad de Antioquia